El Consejo de Ministros ha aprobado el Real Decreto que impone lo que denomina «peaje de respaldo» al autoconsumo energético. Es lo que se conoce como «impuesto al sol».
El consumidor que tiene instaladas placas y genera su propia electricidad está habitualmente conectado a la red, de la que recibe energía extra para cubrir sus necesidades, y a la vez que vierte la energía que no consume. Y por ello el gobierno quiere cobrar la energía consumida cuando la autoproducción no es suficiente. Lo lógico es que estos consumidores paguen por ese respaldo cuando y solo en aquellos momentos en que necesitan recurrir a la red, y no, cobrándoles aproximadamente unos 9 euros más IVA al año por kW de potencia de cada panel que tengan en casa, estén o no recibiendo energía extra. Además que no se tendrá ningún tipo de retorno por la energía que ellos produzcan de más y vuelque en la red.
Hay que informar que con una regulación del autoconsumo similar a la que se está aprobando en el resto del mundo que fomenta ayudas para la adquisición e instalación de equipos, la electricidad procedente de los paneles resulta significativamente más barata que la que pagamos actualmente en nuestras facturas. El autoconsumo sería de hecho una herramienta contra la pobreza energética y la desigualdad, según esta perspectiva.
.Como recuerda la Unión Española Fotovoltaica (Unef), que agrupa a unas 300 empresas del sector, España, donde precisamente la presencia del sol invita a fomentar este tipo de energía, es el único país en el que se está preparando una normativa «para que no se desarrolle» el autoconsumo.
En Portugal, por ejemplo, «se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado»
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