El origen de los ruidos puede ser muy variado y podríamos diferenciarlos de muchas maneras: intensos, intermitentes, continuos, graves, agudos, que tienen lugar en horas de descanso, etc.
Ruidos fácilmente evitables:
- Elevado tono de voz, pisadas con tacones o portazos, arrastre de muebles.
- Volumen alto en equipos de música o televisión
Ruidos difícilmente evitables:
- Uso de instalaciones propias del edificio: ascensor, desagües o suministro de agua
- Uso de electrodomésticos: lavadora y lavavajillas
- Ensayo con instrumentos de música
En ambos casos, para solucionar este tipo de problemas, sería llamar a la puerta del propietario en cuestión y dirigirse a él de forma directa, planteándole la situación.
Muchas veces las personas no son conscientes de que las paredes no tienen el aislamiento acústico adecuado y los responsables de los ruidos no tienen la sensación de estar molestando.
No obstante, si el culpable no atiende a razones, habrá que dirigirse al presidente de la comunidad para iniciar el procedimiento correspondiente en base al artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal, relativo a actividades molestas.
La actuación por parte de los administradores colegiados es ofrecer soluciones donde los problemas con ruidos provocados por ascensores, aires acondicionados o bombas de agua, así como vecinos que puedan resultar molestos, se resuelvan de una forma eficaz, trabajando para ello con profesionales en dicha materia.
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