Para alguien que no conoce la ley de propiedad horizontal, la que regula la gestión en cualquier comunidad de propietarios, puede resultar complicado pero gracias a la figura del administrador colegiado, se resuelven las dudas existentes.
Hay unas reglas básicas que ayudan a llevar el día a día en la comunidad, por ejemplo:
1.- El reglamento de régimen interno no puede ir en contra de los Estatutos, ni estos a su vez en contra de la ley de propiedad horizontal.
2.- La libertad de actuación por parte de cualquier propietario irá en función de si es un elemento común o privativo.
3.- La Junta de propietarios es el órgano de gobierno máximo en la comunidad de vecinos.
4.- Para cambiar según qué cosas, se necesita un quórum diferente.
5.- Se pueden impugnar los acuerdos tomados en una junta de propietarios, siempre y cuando se esté al día en el pago de las cuotas comunitarias.
6.- Dejar de pagar la cuota de la comunidad es un problema para el propietario y a su vez para la comunidad.
Un administrador de fincas debe dar una gestión integral de todas las áreas necesarias para el buen funcionamiento y mantenimiento de las instalaciones comunitarias:
· Constitución de la Comunidad.
· Convocatorias de Juntas Ordinarias y Extraordinarias.
· Contratación de Suministros y Servicios.
· Realización, emisión y cobro de los recibos.
· Gestión y control de la contabilidad comunitaria.
· Gestión de cobro de morosos, garantizando el cobro del capital pendiente.
· Protección Jurídica para la comunidad de propietarios.
· Balances Anuales e información personalizada del estado de cuentas.
Un buen administrador buscará constantemente las mejores alternativas en relación calidad-precio de todas las gestiones realizadas y servicios contratados para la comunidad de propietarios.
Deja una respuesta